La administración de Donald Trump ha puesto en marcha un nuevo mega operativo migratorio con el objetivo de detener hasta 7 000 personas diarias en Estados Unidos. Esta directriz forma parte de un conjunto de estrategias integrales lideradas por ICE, la Guardia Nacional, FBI y otros organismos federales.
Desde principios de 2025, Trump ha fijado cuotas de arrestos migratorios, exigiendo al personal del ICE alcanzar metas de 3 000 detenciones diarias, cifra que ahora se busca duplicar mediante estrategias operativas ampliadas .
El plan involucra Operation At Large y Operación Safeguard, iniciativas que movilizan a miles de agentes del ICE, efectivos de la Guardia Nacional e incluso agencias como el FBI y la DEA, para llevar a cabo redadas masivas en ciudades densamente pobladas como Los Ángeles, Chicago y Nueva York .
Paralelamente, desde abril, el gobierno ha impuestos militares en zonas fronterizas con México mediante las "Áreas de Defensa Nacional" (NDA), permitiendo al Ejército realizar detenciones fronterizas sin precedentes. Estas acciones han permitido más de 1.400 arrestos de migrantes en pocos meses y han reducido los cruces irregulares en más del 90 %.
Texas lidera las detenciones estatales, con más de 20 000 arrestos en cinco meses, mientras que a nivel nacional se han reportado cerca de 95 000 detenciones en lo que va de año, con un promedio diario superior a 660, aunque aún lejos de las cifras meta.
Las autoridades federales pretenden expandir la infraestructura de detención mediante centros en bases militares, como Fort Bliss y posibles emplazamientos en Florida, Utah y Nueva York, para albergar a miles de detenidos.
Expertos y organizaciones de derechos civiles han criticado esta política por sobrepasar los límites legales, violar derechos humanos y favorecer detenciones arbitrarias basadas en perfiles raciales
