La compañía de autos eléctricos, Tesla, bajo el comando de Elon Musk, tuvo una de las caídas más bruscas del mercado, pues la compañía americana se desplomó un 71% en sus ventas. Esto al mismo tiempo que se forma un boicot en contra del empresario por su injerencia política.
El mayor fabricante de autos eléctricos registro beneficios por 409 millones de dólares, es decir, un 71% menos de lo recaudado en el año anterior, un duro golpe en medio de una guerra arancelaria con China, que pone en peligro la producción de estos autos.
Los usuarios de Tesla están empezados a abandonar la marca debido a las decisiones políticas de su CEO, Elon Musk, que se ha mantenido muy cercano con el gobierno de Donald Trump, creando un dilema político para sus usuarios.
Asimismo, la ideología de Musk ha causado que se inicie un boicot a los productos de la empresa, lo que ha causado desde protestas hasta vandalismo contra estos autos. Sin embargo, desde la Unión Europea viene el golpe más fuerte, pues se está abogando por prohibir la compra y venta de estos autos.
Recientemente, Elon Musk, anuncio a sus inversionistas que regresara a su trabajo en Tesla, dejando de lado su trabajo en la política, en un intento de salvar a la compañía.
