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Desde Mi Teclado

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Oscar Rodriguez
Por Oscar Rodriguez - 19 noviembre, 2023 - 09:27 a.m.
Desde Mi Teclado

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

Honduras es un país centroamericano cuya superficie es un poco menor que la del estado de Durango. De hecho, si fuera un estado de la República Mexicana ocuparía el quinto lugar por su extensión territorial. Tiene tres países vecinos: Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

El Salvador tiene un tamaño muy parecido al del estado de Hidalgo y ocuparía el lugar 26 por su dimensión si formara parte de nuestro país. Tiene dos vecinos: Guatemala y Honduras.

En los años 60’s del siglo pasado las economías de estos dos países estaban basadas en productos agrícolas. La población salvadoreña era aproximadamente de unos 3,600,000 habitantes mientras que la contraparte hondureña era de alrededor de 2,600,000 habitantes.

Por las difíciles condiciones de vida que enfrentaban en su país, una gran cantidad de jornaleros salvadoreños habían emigrado a Honduras (se estima que en 1969 eran casi 300,000 personas en esta situación). Por esas fechas tanto el gobierno hondureño como un escuadrón clandestino llamado “la mancha brava” iniciaron acciones contra los migrantes salvadoreños que llegaron incluso al asesinato.

Para agravar las cosas, a finales de junio El Salvador derrotó a Honduras en un juego de desempate clasificatorio para el mundial de 1970 realizado en la Ciudad de México. Del 14 al 18 de julio ocurrió un conflicto armado entre los dos países. Como curiosidad, esta fue la última vez en la historia en la que combatieron aviones de pistón y hélice. Eran aeronaves de la época de la Segunda Guerra Mundial. Como dato adicional, aunque en la llamada “guerra del fútbol” o también la “guerra de las 100 horas” no hubo enfrentamientos luego del 18 de julio de 1969, el tratado de paz se firmó en Lima, Perú hasta el 30 de octubre de 1980.

Tres mundiales después, hace 42 años se llevó a cabo el torneo de la CONCACAF clasificatorio para el mundial de España 1982. Para esta competencia la novedad era que se tendrían seis grupos de cuatro equipos y lo mejor del caso es que le habían asignado a esta confederación dos lugares. Con esa aparente ventaja había mucha confianza en que nuestra selección habría de participar en el campeonato español ya que nuestro equipo representativo (que tanto disminuía su productividad fuera de nuestro territorio) no estaba obligado a ser el campeón de la competencia. Con el segundo lugar bastaba. El torneo premundialista se llevó a cabo en Honduras del 1 al 22 de noviembre de 1981.

Bueno, pues con todo y el antecedente bélico antes mencionado, cuando llegó el partido entre los equipos mexicano y salvadoreño, el público en mayor medida apoyaba a la selección de El Salvador. Al parecer, en ese entonces la animadversión de los hondureños hacia los mexicanos era mayor que el odio a los salvadoreños. Al final, la selección de México sufrió una inesperada derrota de uno a cero. Y al igual que había sucedido en Haití ocho años antes (ya habrá tiempo de dedicarle una columna en su aniversario número 50 próximamente), no fue este resultado lo que marcó la eliminación, sino el no haber podido ganarle ni a Haití (1-1), ni a Canadá (1-1), ni a Honduras (0-0). La selección nacional ocupó el tercer puesto lo que le impidió su asistencia a España.

Además, solamente como punto de comparación, en 2014 (aquel mundial del que estuvo a breves minutos de ser eliminado en el hexagonal y para el que tuvo que disputar un repechaje ante Nueva Zelanda) el equipo mexicano derrotó al representativo de Croacia, lo cual no es poca cosa ya que ese equipo resultaría subcampeón en el mundial de 2018. Y no solamente eso, sino que en 2018 derrotó al flamante campeón de Brasil 2014: Alemania. De cierto modo, me queda la sensación de que nuestra selección se ajusta al nivel de juego del rival en turno en lugar de mantener una constante. Generalmente juega bien contra equipos buenos y no es raro que tenga actuaciones no tan convincentes ante selecciones no tan competitivas.

Y vamos que 1981 había sido un buen año en general para el deporte nacional con las destacadas actuaciones en boxeo de Sal Sánchez ante Wilfredo Gómez en agosto y en béisbol de Fernando Valenzuela desde abril pero sobre todo con su victoria ante los Yankees en la serie mundial, de modo que este tropiezo vivo a darle un agrio final.

En otros temas, ese año había estado salpicado de eventos desafortunados. El Papa Juan Pablo II y el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan habían sufrido sendos atentados y más tarde el presidente egipcio Anwar el-Sadat perdió la vida en otro evento de la misma naturaleza. En nuestro país, en agosto el presidente López Portillo señaló que defendería el peso como un perro ante un inesperado retroceso en los precios internacionales del petróleo.

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

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