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Opinión

Hace 34 años

Hace 34 años

Oscar Rodriguez
Por Oscar Rodriguez - 12 noviembre, 2023 - 09:50 a.m.
Hace 34 años

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

Del 4 al 11 de febrero de 1945 se llevó a cabo la llamada “Conferencia de Yalta”, precisamente en esa ciudad en la costa del mar Negro, en la península de Crimea que es un territorio que actualmente está en disputa entre Ucrania y Rusia. Los participantes fueron los jefes de gobierno de Reino Unido (Winston Churchill), la Unión Soviética (Iósif Stalin) y los Estados Unidos (Franklin Roosevelt).

Uno de los principales acuerdos fue la división de Alemania. El territorio germano habría de dividirse en cuatro zonas de ocupación, una para cada uno de los principales países aliados. La ciudad de Berlín, situada dentro de la región que habría de ser controlada por la Unión Soviética, reproducía el mismo esquema de división.

En 1947 los sectores bajo la ocupación británica y norteamericana decidieron integrarse económicamente. La zona ocupada por Francia se les unió más tarde. En junio de 1948 los aliados occidentales emitieron un nuevo marco revaluado, diferente del que se usaba en la zona soviética. La reacción soviética fue un bloqueo que afectó principalmente a Berlín Occidental desde junio de 1948 hasta mayo de 1949.

Los gobiernos occidentales establecieron un puente aéreo de considerables proporciones (unas 4,700 toneladas de suministros diarios) para atender las necesidades de los aproximadamente dos millones de habitantes de Berlín Occidental. Al poco tiempo se registraban unos novecientos vuelos diarios. Irónicamente al llegar el invierno la parte Occidental de Berlín estaba mejor abastecida de todo tipo de productos que la parte Oriental a pesar de que esta última tenía todas las vías terrestres despejadas. Así empezó la migración de ciudadanos hacia Berlín Occidental.

El éxito del puente aéreo se convirtió en una humillación para el sistema soviético por lo que Stalin ordenó eliminar el bloqueo en mayo de 1949. Ese mismo mes se creó oficialmente la República Federal Alemana cuya capital sería Bonn. Ese mismo año se creó también la llamada República Democrática Alemana con capital en Pankow, aunque después se reubicaría a Berlín. Las fronteras entre los dos países germanos fueron protegidas por vallas y vigilantes.

Se estima que entre 1949 y 1961 unos tres millones de personas abandonaron la RDA aprovechando la apertura que tenía Berlín. La noche del 12 al 13 de agosto de 1961 el muro de Berlín fue levantado sin previo aviso. Tropas soviéticas se ubicaron en el lugar por si la situación llegara a ponerse violenta. Cinco días después el vicepresidente norteamericano Lyndon B. Johnson viajó a Berlín como una muestra de solidaridad con Alemania Occidental. El día 20 los Estados Unidos enviaron un grupo de 1,500 soldados a Berlín.

El 26 de junio de 1963 el presidente John F. Kennedy se dirigió a una multitud en Berlín Occidental y fue cuando pronunció las famosas palabras “Ich bin ein Berliner” (Yo soy un berlinés). Tres meses después, Martin Luther King visitó la ciudad y pronunció un sermón a ambos lados del muro. El 12 de junio de 1987 el presidente norteamericano Ronald Reagan se dirigió al líder soviético Mikhail Gorbachev pidiéndole que derribara el muro.

En abril de 1989 los guardias fronterizos de Alemania Oriental dejaron de utilizar armas de fuego contra las personas que cometieran alguna infracción en la frontera.

El 4 de noviembre de 1989, una multitud de más de medio millón de personas demandaron elecciones libres en Berlín Oriental. El día 9 se levantaron las restricciones para viajar al oeste. El día 10 un nutrido grupo de ciudadanos derribó el muro.

Según el gobierno de la RDA, el muro era una protección antifascista cuyo objetivo era impedir las agresiones occidentales, aunque también se reconocía que otra de sus metas era la de imposibilitar la emigración masiva.

El muro de Berlín tenía una altura aproximada de tres metros y medio, una longitud de unos 43 kilómetros, 302 torres de vigilancia y estaba cubierta con alambre de púas. Se calcula que unas 140 personas murieron tratando de escapar de su lado oriental al occidental.

Los medios occidentales anti soviéticos habían aprovechado la oportunidad para burlarse de los gobiernos del Pacto de Varsovia haciendo uso del muro subrayando que era la primera vez en la historia en la que una ciudad levantaba una pared para evitar que sus habitantes huyeran. Recuerdo haber leído un chiste que palabras más, palabras menos era algo así: “El atleta Günther Sparwasser quien hasta anoche era el campeón de Alemania Oriental en la disciplina de salto con garrocha se convirtió hoy en el campeón de Alemania Occidental. Seguiremos informando”.

Creo que la caída del muro de Berlín ocurrida hace 34 años y la posterior desintegración de la Unión Soviética vinieron a darle una buena dosis de tranquilidad por lo menos durante unos meses a nuestro atribulado planeta. Algunos libros y películas planteaban una guerra mundial iniciada precisamente en la frontera entre las dos Alemanias así que el muro pendía sobre todo el mundo como la legendaria espada de Damocles.

En 1990 Irak reclamó el territorio de Kuwait y en enero de 1991 se desató otro conflicto… pero esa es otra historia.

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

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