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Opinión

Las supersticiones y la próxima luna azul

Oscar Rodriguez
Por Oscar Rodriguez - 27 agosto, 2023 - 10:47 a.m.
Las supersticiones y la próxima luna azul

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

La palabra “superstición” viene del latín “superstitio” que se deriva de “super” (sobre), el verbo “stare” (estar de pie) y el sufijo “tion” (acción o efecto). Entonces se refiere a todo lo que está por encima de lo establecido.

Hace ya varios años tuve la oportunidad de ver una entrevista a Salma Hayek en un programa de la televisión norteamericana y en ella la actriz mexicana se declaró como una persona bastante supersticiosa. Hizo referencia a que en México los días 13 de cada mes son especialmente fatídicos cuando caen en martes. Pero al llegar a vivir a los Estados Unidos adoptó la creencia de su nuevo lugar de residencia en donde los días 13 son especialmente aciagos cuando suceden en viernes y como resultado de todo esto, ahora es especialmente cuidadosa los días 13 cuando suceden ya sea en martes o en viernes, es decir que se duplicó su preocupación.

Y ¿de dónde viene esa animadversión por el número 13? Alguna vez me tocó leer una versión en el sentido de que en la antigüedad los hombres primitivos se auxiliaban de los dedos de las manos para contar. Al llegar a la decena se utilizaban los pies y con ello se podía llegar hasta el doce. Como el número 13 está un poco más allá representaba lo desconocido y eso provocaba cierto recelo. Un origen alternativo se basaba a que en la última cena el número de personas participantes era precisamente trece, lo cual derivó en la creencia de que es un número de mala suerte.

De la misma última cena se popularizó una creencia de que el hecho de derramar la sal era un presagio de un evento desafortunado. En el cuadro de Da Vinci se presenta la sal derramada por Judas con el codo. En realidad desde la época de los romanos la sal tenía un alto valor, tanto así que parte de la remuneración a algunos trabajadores y soldados era precisamente con sal y de allí viene la palabra “salario”. Entonces cuando alguien derramaba la sal era considerado de mala suerte tal vez porque este producto no se puede recoger del suelo con la misma facilidad que, digamos las monedas. Para contrarrestar el efecto de la potencial mala suerte provocada por la sal según la creencia, se requiere tirar un poco de la misma sal sobre el hombro izquierdo a fin de alejar algún espíritu nocivo.

Y es que hace algunos siglos se tenían algunas creencias que ahora nos pueden parecer extravagantes. Por ejemplo, se creía que al momento de estornudar el alma por un breve instante abandonaba el cuerpo y en ese momento algún espíritu no deseado podía poseerlo y era por ello que se pronunciaba una bendición. En la actualidad mientras muchos de nosotros acostumbramos desear salud a la persona que estornuda, hay regiones (y de hecho en otros idiomas es lo más común) en las que se le pronuncia una invocación religiosa.

Hay un montón de supersticiones más que involucran gatos negros, espejos rotos, dedos cruzados, pasar por debajo de una escalera, abrir un paraguas dentro de una casa, que el novio vea a la novia antes de la boda, tener una herradura con la abertura hacia abajo, brindar con agua o levantar una copa con la mano izquierda, colocar la bolsa en el suelo, barrer la casa por la noche, tocar madera… y la luna azul.

Según algunas fuentes, esta última superstición viene de Inglaterra. Se le llama “luna azul” a la segunda luna llena que ocurre en el mismo mes calendario. La primera vez que escuché de este tema fue en el año 1999 cuando ocurrieron dos “lunas azules” en un período bastante corto: una fue en enero y la otra en marzo.

Y ¿qué tan frecuente es la “luna azul”? Veamos. El movimiento de la Luna alrededor de la Tierra no tiene una velocidad constante ya que su trayectoria no es circular sino elíptica. Para simplificar el problema digamos que el tiempo es exactamente 28 días. En un siglo hay 36525 días, tiempo suficiente para que la Luna complete un poco más de 1304 revoluciones de 28 días cada una alrededor de nuestro planeta. Como el mismo siglo tiene 1200 meses calendario pudiéramos darle a cada mes una luna llena y nos sobrarían 104. Ese sería un buen estimado número de “lunas azules” por siglo. Si fijamos el viaje de la Luna en 29 días entonces el número de vueltas a la Tierra en un siglo es 1259, es decir solamente 59 “lunas azules” cada cien años. Pero (como ocurrió en febrero de 1999) a veces febrero no tiene luna llena. Cada vez que eso sucede se deberá añadir una “luna azul” más a la contabilidad.

Y ¿para qué sirve la “luna azul”? Bueno. Aquí viene la parte que pudiera ser agradable de esta superstición. Quienes crean en estas cosas favor de poner atención, la noche de “luna azul” tiene influencias positivas sobre digamos el aspecto amoroso de la vida. Están avisados.

Y por cierto, este próximo miércoles 30 de agosto es “luna azul” y no solamente eso, sino que además es una “superluna” ya que ocurrirá cuando la distancia entre la Tierra y la Luna es menor (el llamado “perigeo”) por lo que nuestro satélite se verá más grande y brillante. Esperemos que no sea un día nublado.

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

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