PIEDRAS NEGRAS, COAH. — En medio de aguas negras, calles destrozadas y basureros clandestinos, los vecinos de la colonia Valle Escondido sobreviven entre el olvido y la indiferencia oficial. A más de un mes de haber reportado derrames de aguas residuales sobre la calle Ocampo, no han recibido respuesta efectiva por parte de las autoridades.
La escena diaria incluye ríos de pestilencia que atraviesan la colonia, afectando el tránsito peatonal y convirtiendo predios baldíos en focos de infección. La situación es especialmente crítica para estudiantes, quienes deben desviarse varias calles para evitar el agua contaminada rumbo a sus escuelas.
"Huele muy feo, es como un río de aguas negras dentro de la colonia. Desde hace más de un mes tenemos esta problemática, la peste es horrible y cuando llueve, las casas se inundan", relató Keyla, vecina afectada.
El origen del problema, señalan los colonos, estaría en una coladera colapsada sobre la calle Dr. Roberto Gómez. Aunque el tema ha sido reportado en múltiples ocasiones, los servicios municipales apenas han dado soluciones temporales. Una de las reparaciones se hizo durante la visita del alcalde a una colonia vecina, pero el problema reapareció días después.
María del Carmen, madre de familia, dijo que existen al menos tres puntos de fuga en toda la colonia: "Ese día arreglaron una, pero al poco tiempo volvió a estar igual. Esperamos una solución adecuada y definitiva".
Además del problema sanitario, las condiciones del pavimento complican aún más la movilidad: calles con baches profundos, restos de obras inconclusas y materiales abandonados han convertido el tránsito en un desafío constante. A esto se suma la acumulación de basura en predios invadidos por maleza, donde se han formado auténticos tiraderos ilegales.
Vecinos aseguran que estos terrenos son utilizados por personas de otras colonias para arrojar desde bolsas de basura hasta muebles en desuso. "Se vuelve un foco de infección y nadie viene a limpiar. El abandono es total", comentaron.
La inseguridad también se ha hecho presente. La falta de rondines policiales, aunado a la ubicación aislada de la colonia, ha propiciado un incremento en los robos, lo que mantiene a las familias en constante alerta.
"Pedimos más vigilancia, más atención. Pareciera que esta colonia no existe para el Municipio", expresaron.
Mientras tanto, las autoridades guardan silencio. La colonia Valle Escondido es hoy el retrato vivo del rezago urbano, con cientos de familias exigiendo lo que debería ser básico: agua limpia, calles transitables, seguridad y atención.
