GUADALAJARA, JALISCO – Los Diablos Rojos del México se coronaron campeones de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) por segundo año consecutivo al barrer 4-0 a los Charros de Jalisco en la Serie del Rey 2025. El equipo de la capital aseguró su tercer "bicampeonato" en la historia de la franquicia con una actuación dominante en el Estadio Panamericano, sellando el título con una victoria de 7-3.
El dominio de los Diablos Rojos fue evidente desde el inicio del cuarto y definitivo partido. El equipo visitante anotó cinco carreras en las primeras dos entradas, estableciendo una ventaja que los Charros de Jalisco no pudieron superar. En el primer inning, Julián Ornelas y Allen anotaron para poner el marcador 2-0, aprovechando la ofensiva que los caracterizó durante toda la serie.
La presión de los Diablos Rojos del México continuó en la segunda entrada, cuando un error defensivo de los Charros permitió a José Pirela llegar al plato. Con una ventaja de 5-0 en el segundo episodio, el equipo de la Ciudad de México consolidó su control del juego. La ofensiva de los Diablos no bajó la guardia, ya que José Marmolejos conectó un jonrón de dos carreras en la quinta entrada, ampliando la brecha a un abrumador 7-0.
A pesar de los esfuerzos de los Charros de Jalisco por reaccionar, solo lograron anotar tres carreras en la octava entrada, incluyendo un doble de Willie Calhoun y un jonrón de dos carreras de Dwight Smith Jr. Sin embargo, su intento de remontada fue detenido por el pitcheo de los Diablos. El cerrador Tomohiro Anraku subió al montículo en el noveno inning para apagar cualquier esperanza de los Charros, asegurando la victoria y el campeonato para el equipo escarlata.
El bicampeonato de los Diablos Rojos no solo les otorga el título de la LMB, sino que también consolida su lugar en la historia del beisbol mexicano. La barrida en la Serie del Rey contra los Charros es una demostración de su superioridad y del talento que ha llevado a la franquicia a la cima del deporte nacional. La celebración de este título marca el fin de una temporada memorable y el inicio de una nueva era para los Diablos Rojos del México.