Porque al parecer la regla de "guardar distancia" es opcional para algunos automovilistas, la noche de ayer se registró un nuevo percance en el Bulevar Pape, donde una distraída conductora decidió probar la resistencia de su Nissan Altima contra la defensa trasera de un KIA Forte.
El choque ocurrió cerca de las 21:00 horas, cuando el conductor del KIA, muy obediente, redujo la velocidad antes de llegar al cruce con la avenida Monterrey. Sin embargo, la mujer que venía detrás no aplicó la misma prudencia y terminó estampándose, demostrando que los frenos también se cansan de tanta confianza.
El golpe no dejó lesionados, pero sí daños materiales suficientes para amargarle la noche a ambos conductores y de paso regalarles un embotellamiento exprés a los automovilistas que tuvieron la mala suerte de circular por la zona.
Elementos de Control de Accidentes llegaron a toda prisa, listos para tomar conocimiento, pero al final terminaron sobrando, pues los protagonistas prefirieron arreglar sus diferencias a la antigüita: con la promesa de pagar los daños.
El incidente no pasó de lo material, pero sí dejó claro que en el Pape basta un parpadeo o una frenada mal calculada para transformar un paseo tranquilo en una cita inesperada con el taller mecánico.