MONCLOVA, COAH.- Una intensa movilización policiaca se registró en la Zona Centro luego que al número de emergencias 911 se reportó la presunta privación ilegal de la libertad de un hombre en la calle Guerrero.
Sin embargo, tras las investigaciones, se descartó un secuestro y se esclareció que la situación estaba relacionada con el aseguramiento del hombre por parte de personal de un anexo debido a sus problemas de adicción.
De acuerdo con el reporte inicial, testigos señalaron que varios individuos subieron por la fuerza a un hombre a una camioneta, lo que alarmó a los vecinos y motivó la intervención inmediata de las autoridades, cerca del mediodía.
Elementos de la Agencia de Investigación Criminal, del Grupo de Armas y Tácticas Especiales de Monclova (GATEM), y oficiales preventivos acudieron al lugar, específicamente al cruce de las calles Guerrero y Abasolo, para iniciar las indagatorias.
Los agentes tocaron reiteradamente la puerta del domicilio donde presuntamente había ocurrido el incidente, sin obtener respuesta.
Una comerciante del área colaboró al ofrecer las grabaciones de las cámaras de seguridad para identificar el vehículo en el que supuestamente se habían llevado a la víctima.
Fue en ese momento que llegó al lugar Óscar Elizondo Carmona, quien explicó que su hermano, identificado como Ramiro González Hernández, había sido asegurado por personal de un centro de rehabilitación para personas con problemas de adicción. Según Elizondo Carmona, el traslado se realizó con la autorización previa de su madre, María Hernández Nájera, de 49 años, quien también se presentó en el sitio para corroborar la versión.
Ante la aclaración de los hechos y la ausencia de una persona en peligro, las autoridades procedieron a retirarse del lugar, cerrando el caso como un malentendido.
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Óscar aseguró a las autoridades que a su hermano se lo llevó personal de un anexo.
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La Policía fue alertada sobre la privación ilegal de la libertad de un cristiano. Resultó ser un malentendido.
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Autoridades consiguieron los videos de las cámaras de un negocio aledaño.
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Familiares de la supuesta víctima aclararon la situación ante las autoridades, descartando un secuestro.
