FRONTERA, COAH.— Una tarde de angustia vivieron docentes, alumnos y vecinos de la colonia Occidental, luego que una pequeña alumna de un kínder se desvaneció súbitamente y comenzó a convulsionar frente a su maestra.
El hecho ocurrió ayer por la tarde dentro del plantel preescolar, cuando la menor cayó al piso sin responder.
De inmediato, la maestra a cargo marcó al número de emergencias 911 en busca de una ambulancia; sin embargo, a pesar de sus múltiples intentos, jamás obtuvo respuesta.
La situación se volvió crítica. La pequeña no reaccionaba y seguía con movimientos involuntarios, mientras el resto de los niños fueron resguardados en otro salón.
La docente, desesperada y temiendo lo peor, decidió salir del plantel para pedir auxilio a los vecinos.
Uno de ellos atendió su llamado y sin pensarlo dos veces puso su vehículo particular a disposición para trasladar a la menor al Hospital General Amparo Pape de Benavides en Monclova.
La maestra subió a la pequeña en brazos y ambos emprendieron el traslado de emergencia, sin guía médica y sin la asistencia que las autoridades de emergencia nunca brindaron.
Gracias a la rápida acción de la profesora y del vecino, la menor llegó con vida al área médica, donde fue atendida de inmediato. Personal del hospital destacó que, de haberse demorado más, la situación habría sido aún más grave.
La falta de respuesta del 911 dejó indignados a vecinos y padres de familia, quienes señalaron que pudo haberse tratado de una tragedia mayor.
Exigen que se investigue por qué las llamadas nunca fueron atendidas y que se garantice un servicio eficiente en casos donde cada segundo es vital.
A pesar del susto, la niña logró ser estabilizada, convirtiéndose en un claro ejemplo de cómo la solidaridad y la acción humana pueden marcar la diferencia cuando la ayuda institucional falla.